viernes, 9 de mayo de 2014

Uniendo los pedazos

Discúlpame por haberte hecho recordar, discúlpame por haberte querido tanto, discúlpame por haber vuelto a verte, haberme encontrado contigo, discúlpame por las veces que dije te quiero, discúlpame por esa vez que juré que nunca nos separaríamos, no sabía que no iba a poder cumplir todo lo que te decía, no tenía ni idea de que me iba a convertir en eso que más odio, en ese instante no sabía que eran mentiras, lo siento.

Pero quiero que tengas algo en claro, te quería, y cuanto cuanto te quería, por que yo en serio creía que lo nuestro era para siempre, pero que ingenua he sido, que tonto fue pensar que eso tan bonito iba a durar tanto. 
Discúlpame por haberte escrito hoy para recordarte cuán mala fui, cuanto te mentí, y discúlpame si te lastime, pero ya no podía más, me dolía estar a tu lado, te veía a los ojos y ya no te encontraba, deje de oír lo que pensabas, ya no era lo mismo, ya no se sentía como antes, habíamos cambiado...

Me di cuenta que todo había terminado aquella noche que estaba sola, sola bajo la lluvia, esa noche llegue a la conclusión que dolía, amarte tanto como te amaba dolía, esa noche que llegue empapada a tu casa, esa misma noche que golpeé a tu puerta y no podía dejar de sollozar, esa última vez en la que me tomaste entre brazos y por unos segundos reconocí es mirada y volví a escuchar lo que pensabas, esa noche que entré llantos te dije cuanto dolía, cuanto se me había roto el corazón mientras te amaba, y ahí, ahí noté que sentíamos lo mismo, que lo nuestro ya estaba perdido, que no era a la única a la que le dolía, que no se puede amar a alguien que esta tan roto y cuanto daño nos habíamos  hecho, cuanto nos habíamos querido y cuanto nos había dolido, las veces que nos gritamos, aquella vez que no me seguiste, aquella vez que te deje ir, nos habíamos roto... El amor que nos teníamos nos había roto en miles de pedazos que sólo el otro podía unir.

Una lágrima viajo por tu mejilla, tomaste mis manos y acercaste mi cara a tu rostro y esa fue la última vez que mis labios se acercaron a los tuyos, y en ese instante me sentí un poco menos rota, un poco más feliz, un poco más completo y espero que tu tambien te hayas sentido así. 
Discúlpame por haberte escrito hoy y haberte recordado como me rompiste, y como te rompí yo a ti. Y como aquella noche de lluvia unimos los pedazos pero ya sin ánimos de seguir...

                         
Miiche ❤️

De cómo me di cuenta que estaba creciendo

Oye que hago? Me dijo peinando su cabello, cosa que era muy difícil por que era corto, muy corto y en todos los años que lo había conocido nunca había lucido despeinado.
Yo sonreí, no se de dónde salió aquel atisbo de sonrisa ni porque, quizás era que por el hecho de que él, justo él me estaba pidiendo ayuda, quizás tan sólo quizás también consideraba mi opinión para tomar esa decisión.

-¿qué tienes ganas de hacer? Le dije mientras me acomodaba a su lado, y extrañamente el apoyo su cabeza en mis rodillas, se recostó y sonrió.

-no sé, por el momento no quiero crecer, no quisiera tener que tomar esta clase de decisiones ahora- instintivamente pase mis desos por su cabello, esperando a que se quitase o que tal vez reaccione mal ante mi gesto. -pero y si me va mal? Y si tome la decisión que tome me va mal?- me dijo preocupado.

Era tan dulce, tan ingenuo, estaba mostrándome una parte de él que no había conocido, y me gustaba, un poco pero me gustaba. Y dolía, dolía que me guste, dolía acostumbrarme a que ya no reaccione mal a esos gestos, por que tarde o temprano iba a irse y yo también. 
-Si el agua se queda estática en un solo lugar se pudre- dije riendo, recordándole las mismas palabras que él me había dicho hace tan sólo 3 meses. -No te va a ir mal, no puede irte mal, vamos eres tu! A ti nunca te va mal- sonreí y el también, pero de repente sentí como se había formado ese nudo en la panza, en la garganta, en el corazón, yo no quería que se vaya, yo tampoco quería crecer, no quería irme, por que sabía que si lo hacia todo se acabaría, si él se iba, se olvidaría de mi... ¿Tan fuerte me estaba volviendo? ¿Tan poquito me importaba si él se iba? No, de eso estaba segura! Pero tal vez eso a lo que tanto le temía ya había pasado, había crecido al menos un poquito pero había crecido.
Y crecer dolía, pero no físicamente le dolía a esos recuerdos, a esa niña pequeña que se estaba aferrando a mi fuero interno con todas su fuerzas, pero maravillosamente me hacia sentir un poquito más madura, más capaz.
Lo iba a extrañar quizás hasta más de lo que debía, pero que demonios, si que iba a extrañar, su tonta forma de ser, sus ojos, su olor... Lo que más dolía era que sabía que a él en definitiva iba a irle bien, que se iba a ir lejos, se iba a alejar y a ser feliz con alguien más. 
De repente una voz me despertó de mis pensamientos, -Oye ¿estas bien?- me dijo riendo, Dios cuanto iba a extrañar esa risa, -De maravilla, estoy de maravilla-. 

                                     

Miiche ❤️